Después de la diversión, la obligación. Los monitores nos enseñaron las normas del campamento; aquí tenéis un ejemplo... ¡la mano levantada para guardar silencio!
Nos acomodamos en las habitaciones y después jugamos un rato al "balón prisionero".
Llegó la hora de reponer fuerzas... ¡A comer!
Un rato para descansar y a dar un pequeño paseo por Arija y su precioso embalse.
En la merienda celebramos el cumple de Andrea Rodríguez con unas riquísimas galletas... ¡Muchas gracias!
Todavía nos queda un poquito de tarde para disfrutar. Y después viene la primera noche... Mañana os contamos.
Un abrazo para todos desde Arija.
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